martes, 29 de diciembre de 2009

Sin título

La niña del vestido azul ya no es una niña. Ahora es una vocecita encerrada en el cuerpo de una mujer adulta. Es... ¿cómo decirlo? Es alguien y no es nadie, porque físicamente no está; y da igual cuánto te esfuerces: no podrás verla. Pero yo sé que está viva. Yo la intuyo cuando sonríes con ese brillo en los ojos, cuando divagas sobre tonterías que en el momento en cuestión parecen de suma
importancia, cuando me sorprendes con una carcajada.
Esa niña es maravillosa. Y la mujer que la lleva dentro aún lo es más, porque sabe cuándo la niña quiere salir. Una niña así no debe dejar que apaguen su voz, por mucho que los adultos quieran hacerla callar.

2 comentarios:

  1. Me gusta la gente con niños dentro (metafóricos, claro está). Son más entretenidos que los adultos.

    Apuesto a que tu niña es muy entusiasta, y seguro seguro que viste de rosa.

    Un beso pequeña Liz, de parte de la pequeña Natilla.

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  2. =)

    Mi niña viste de rojo, en realidad XD Tenía mucha ropita roja, gris, azul marino y... en tonos mostaza XD

    (K) La pequeña Liz también quiere a la pequeña Natilla.

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